Para querer a un amigo

Para querer a un amigo se necesita humildad. Una palabra mal interpretada en estos tiempos, ya que proviene de otra más controvertida, humillación. Con mi amigo siempre seré humilde porque me postro ante su preciado tiempo cuando me presta su atención y lo menos que puedo hacer ante eso, es devolvérsela con interés.
Para querer a un amigo no se necesita conocerlo. La confianza no proviene del conocimiento sino de la fe. Es por eso que le soy fiel a mi amigo y el cariño que le tengo, no asciende por conocerlo sino por admirarlo.
Para querer a un amigo no se tiene que estar a la altura de su generosidad sino a la par de su solidaridad. Esa que no viene del pan y el circo que me relaja y normaliza, es en cambio la que viene del pensamiento crítico que me saca de la obviedad de la vida, que es la mala costumbre de ver las cosas de una sola manera sin dar lugar a la contingencia, a que todo puede ser de otra forma.
Para querer a un amigo basta con contener el poder que tengo de lastimarlo con todo lo peor de mi, para hacerme a un lado y dejarlo crecer y a partir de ahí pueda superarme y yo tener la gracia de aprender de él.
Para querer a un amigo se construye a partir de nuestras individualidades, un mundo de significantes que sólo es nuestro y lo compartimos. Donde la amistad nunca es algo rígido ni adula su esencia. Simplemente se nos aparece ante nosotros y la disfrutamos tal cual la recibimos y sin reproches ni aspiraciones idealistas.
Para querer a un amigo hay que aceptar primero sentirse amigo. Los actos hacia el otro buscando la amistad, no genera amigos, ya que ahí se confunde con la reciprocidad esperada, detestable y comparable de acuerdo a lo que se hizo, en pos de una respuesta buscada. En cambio, uno se percibe amigo por lo que nos hace sentir el otro, luego de exponernos tal cual como nos mostramos ante él.
Para querer a un amigo primero debes sentir el abrazo sin necesidad de extender los brazos porque cuando uno da la mano no conserva la entrega. Lo da todo. Da amistad.
Por Mariano Frigini